El mortero refractario es un material diseñado para unir y sellar ladrillos refractarios en estructuras sometidas a altas temperaturas. Su composición incluye áridos refractarios finamente molidos, arcillas plásticas, aditivos y ligantes especiales, lo que le otorga resistencia térmica y mecánica. Su principal función es proporcionar estabilidad estructural y hermeticidad en la construcción de hornos, calderas y chimeneas industriales. Además, su capacidad para resistir la penetración de escorias, líquidos y gases corrosivos lo convierte en un componente clave en la protección y durabilidad de los revestimientos refractarios.
Para garantizar su desempeño, es fundamental seleccionar el mortero adecuado en función del tipo de ladrillo refractario, asegurando compatibilidad química y evitando reacciones adversas. También es importante controlar su aplicación para minimizar la contracción térmica y evitar la formación de grietas. Su uso optimiza la vida útil de las estructuras refractarias, manteniendo la resistencia mecánica y la eficiencia térmica del sistema en condiciones de operación exigentes.