Los ladrillos refractarios son piezas cerámicas diseñadas para soportar altas temperaturas sin perder sus propiedades estructurales. Se fabrican a partir de materiales resistentes al calor, como sílice (SiO₂), alúmina (Al₂O₃), magnesia (MgO) y otros óxidos metálicos, lo que les permite resistir condiciones extremas de operación en hornos, calderas, chimeneas y otros equipos térmicos.
Propiedades Principales:
- • Alta resistencia térmica: Soportan temperaturas superiores a 1.000 °C sin deformarse ni fundirse.
- • Baja conductividad térmica: Reducen la pérdida de calor, mejorando la eficiencia energética.
- • Resistencia a la abrasión y erosión: Ideales para zonas con desgaste mecánico intenso.
- • Resistencia al choque térmico: Mantienen su estructura frente a cambios bruscos de temperatura.
- • Resistencia química: Soportan la acción de gases corrosivos y materiales fundidos